La sala Óscar Domínguez de la Casa de la Cultura acogió este pasado lunes el acto de entrega de galardones del I Premio Carmen Castro de Pintura y Escultura Ciudad de Tacoronte. Este broche final del certamen estuvo presidido por la alcaldesa y titular de Cultura del Consistorio local, Sandra Izquierdo; el coordinador del concurso, Carlos Álvarez; e Itahisa Pérez, profesora de la Facultad de Bellas Artes de la ULL e integrante de la mesa del jurado de esta edición.
El primer premio recayó en el trabajo «Sequía», de Rima Ciplyte, un cuadro «visualmente atractivo y con una técnica contemporánea en la que se recurren a figuras metafóricas y simbólicas para construir su narrativa», indica el acta del jurado tras la evaluación y análisis pormenorizado de un total de 11 trabajos. La obra se desmarca de las otras propuestas del concurso a través de su vinculación con el territorio, la insularidad y el propio municipio de Tacoronte.
«Así está bien, mi amor», firmada por Andrea Moreno, logró el segundo premio del certamen. Aborda la problemática de la salud mental de la población juvenil de nuestra sociedad, así como la precariedad económica, la falta de oportunidades o la presión estética a la que se ven sometidas las nuevas generaciones, especialmente las mujeres. El tribunal valora la excelente ejecución de la obra, firme, limpia y segura, así como la utilización del gofio como elemento costumbrista, responsable de la superación de hambrunas en épocas pasadas.
Durante la velada se puso en valor el talento y la creatividad de todo el grupo de participantes en esta primera cita bajo la denominación de «Premio Carmen Castro de Pintura y Escultura». La alcaldesa aprovechó su intervención para recordar que Castro es la figura artística más importante del siglo XX de Tacoronte, «con una escuela en la que se formaron figuras de la talla de María Belén Morales, Valerio J. Padrón, o el mismísimo Óscar Domínguez, uno de sus alumnos más aventajados». Izquierdo no escondió su satisfacción por la vuelta del certamen a las Fiestas del Cristo del municipio, «ahora bajo la denominación de una gran mujer, con la que Tacoronte tenía una deuda histórica por sus múltiples aportaciones a la página cultural y patrimonial de la ciudad».
