El Ayuntamiento de Tacoronte anuncia la puesta marcha de un proceso de valoración de alternativas a la implantación futura de una desaladora en Mesa del Mar, de tal manera que se garantice el abastecimiento de agua en la ciudad “con un mayor consenso frente a las directrices que defiende en la actualidad la compañía Teidagua”. Con esta afirmación, el grupo de Gobierno de la ciudad confirma su intención de mantener paralizadas las obras iniciadas semanas atrás por la empresa mixta hasta que, primeramente, se obtengan todos los informes necesarios que demuestren su viabilidad, y en segundo término, se valore su ejecución frente a otras acciones que puedan ser igual de eficaces.
Durante la reunión vecinal celebrada días atrás para informar de manera detallada sobre la situación actual de esta inversión, impulsada en el marco de la Declaración de Emergencia Hídrica del Cabildo de Tenerife, se constató el malestar suscitado por una amplia mayoría de vecinos y vecinas, contrarios a la implantación de la desaladora en el entorno de la piscina natural del barrio. La alcaldesa Sandra Izquierdo, acompañada por los tenientes de alcalde José Caro, Tarsis Morales y Eduardo Dávila; por el concejal de Aguas y Saneamiento, Suso Machado; el oficial jefe accidental de la Policía Local, Alexis Castro, y por el gerente de Teidagua, Braulio Domínguez, aprovechó la ocasión para subrayar que el Gobierno que preside “debe priorizar en todo momento el abastecimiento de agua para el consumo de toda la población pero también la protección del entorno natural, valorando para ello cuantas alternativas sean necesarias, siempre de la mano de la población para evitar restricciones futuras ante una previsible falta de reservas”.
La regidora local, en representación de las tres fuerzas que integran el Gobierno tacorontero, recuerda que “siempre hemos estado y estaremos del lado de los vecinos y vecinas, dando la cara con total transparencia para evitar la propagación de bulos e informaciones malintencionadas que distorsionen la realidad de proyectos positivos para el municipio”. En ese sentido hace una llamada a la prudencia y la calma, a la espera de que “en los próximos días se pueda recabar toda la documentación necesaria que nos permita avanzar en una decisión sobre el futuro de esta instalación, aunque no vamos a permitir que se trate de una imposición a cualquier precio”.
El grupo de Gobierno lamenta los pasos dados por Teidagua hasta la fecha “sin la obtención de los correspondientes informes y permisos y de espaldas al Ayuntamiento”, por lo que en este momento estudia todas las vías posibles para aclarar la situación sobrevenida “y depurar las responsabilidades que sean necesarias, exigiendo transparencia y una reconducción necesaria del proyecto que se plantea ejecutar en suelo municipal”. El pasado día 21 de octubre Teidagua solicitó permiso al Ayuntamiento de Tacoronte para el paso de un camión de gran tonelaje sobre el conocido edificio Ficus de Mesa del Mar. La respuesta llegó al día siguiente, con un informe negativo de la Policía Local y la petición posterior de la Alcaldía, firmada el pasado 29 de octubre, requiriendo a la sociedad la descripción detallada del citado camión y las obras previstas en la zona, dado que se desconocía la naturaleza y objetivos de las mismas. “Nunca se autorizó el paso de un camión de grandes dimensiones por este entorno, por lo que su traslado se hizo de manera irregular”, apunta el grupo de Gobierno. Desde entonces y hasta el 26 de noviembre se ponen en marcha una serie de trabajos por parte de Teidagua sin conocimiento ni autorización del Ayuntamiento, lo que obliga a la suspensión cautelar de los mismos con un requerimiento en el que se otorga un plazo de 15 días hábiles (aún en vigor) para la presentación de toda la documentación relacionada con este expediente.
“Nuestro objetivo principal es que el agua de consumo en los grifos del municipio no falle a medio y largo plazo, por lo que no cerramos la puerta a ningún proyecto que nos garantice esa estabilidad”, señalan. El Gobierno tacorontero defiende una hoja de ruta consensuada y con máxima prudencia, “avalada por informes y estudios técnicos que garanticen la compatibilidad de cualquier acción que se desarrolle con el entorno natural y marino de este enclave de la ciudad”. En estos momentos se está a la espera de la autorización del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, entre otros organismos, “para tomar decisiones y actuar en consecuencia, por lo que no se descarta ningún escenario, incluido un cambio de emplazamiento a un lugar más idóneo o la paralización definitiva del proyecto a favor de otra inversión que consiga ajustarse al servicio, con menor impacto y mayor consenso”, señalan.
El ejecutivo que lidera Izquierdo afirma que seguirá trabajando sin descanso para resolver esta situación “en el menor tiempo posible y en el marco de la legalidad, priorizando el interés general de la población e informando de manera puntual sobre los pasos que se vayan dando para evitar controversias y falsedades”.











